El voluntariado es una experiencia enriquecedora por sí misma, es una forma maravillosa de contribuir a tu comunidad y aprender nuevas habilidades. Y si esto, lo combinas con la práctica de un idioma con experiencias en tu vida real, puede acelerar el proceso de aprendizaje y ayudarte a comunicarte de manera efectiva en situaciones cotidianas. Con esto estarás obteniendo una experiencia completa y significativa.
Esto es lo que pensaron Vanessa, Drigo y Atticus, tres jóvenes de Nebraska que están aprendiendo español en su país a través de Global Course, un programa para estudiantes en el que tienen la oportunidad de mejorar sus habilidades en el idioma español a través de clases, estancias en hogares locales, tutorías y otras actividades culturales. Tienen la oportunidad de practicar español a diario y obtienen 6 créditos de español. Los tres han estado realizando voluntariado en Cáritas Diocesana de Osma-Soria en el recurso de “Personas Sin Hogar” y en el de “Inclusión Comunitaria”, aunque también han conocido el resto de programas y nuestra empresa de inserción “Granito de Tela”.
Los tres coinciden en que España está llena de personas increíbles, comida y cultura;
“Al vivir en un país de habla hispana, nuestras habilidades en el idioma español han mejorado más de lo que podíamos imaginar. Hemos podido experimentar diferentes paisajes, perspectivas del mundo y llevar lo que hemos aprendido en el aula, a la vida real.
Soria posee un estilo de vida relajado en el que hemos podido realizar diversas actividades como pasear por el Río Duero, realizar un taller de dieta mediterránea, visitar el museo Numantino, un taller de pintura española, realizar un rally fotográfico. También hemos podido realizar varias excursiones visitando pueblos de la provincia como El Burgo de Osma, o parajes naturales increíbles como la Laguna Negra y hacer una actividad de tirolina en un parque de aventuras, incluso visitar otras ciudades como Madrid o Segovia.”
Vanessa me cuenta que ha cursado varias carreras: gestión de emergencias, español, salud pública, y criminología. “Decidí estar en este programa porque siempre había querido visitar España y porque me darán créditos para mi carrera en español. Fueron mis profesoras las que eligieron el programa de voluntariado de acuerdo a mis carreras, en mi caso, como una de mis carreras es criminología, este programa me viene de maravilla. Acompañamos a las personas a hacer la compra, y convivimos con ellos. Esto es lo que más me ha gustado, convivir con las personas, trabajar con ellas cara a cara y no desde una oficina, porque, aunque haya sido por poco tiempo, nos reímos mientras contamos anécdotas y experiencias”. Hablando con ella sobre la entidad me dice: “Me admiro lo bien organizada que está Cáritas. Las personas que trabajan ahí son transparentes, dan a conocer sus experiencias que han tenido. Me encanta que es una organización que acepta a todas las personas sin importar la edad, religión, género o pasado. Me fascina ver cómo los trabajadores tratan a las personas como familia” Nos cuenta que a lo largo de las semanas que ha realizado el voluntariado han hecho pequeñas excursiones: “Fuimos a Numancia, al río Duero y nos hemos subido al tren turístico de Soria. A mí me encantó Soria. Es una ciudad tranquila y muy segura, todos se conocen. Es más fácil crear amistades, que en mi ciudad. En mi ciudad muchos ni conocen a sus vecinos. No está muy despoblada como otros pueblos cerca de aquí, pero no es una ciudad muy grande, es perfecta. Yo no me quisiera ir, me gustaría vivir aquí.”
“Es una experiencia única, te hace darte cuenta que no importa la situación, siempre hay manera de ayudar. Me ha hecho entender que las segundas oportunidades son tan importantes como la primera. Estar en Cáritas ha sido la parte favorita de mi día. Estoy muy agradecida por esta oportunidad que ha cubierto mis expectativas, la recordaré por siempre. Si algún día me viniera a vivir a Soria, me gustaría trabajar en Cáritas” termina diciéndome Vanessa.
Cuando preguntamos a Drigo sobre sus estudios en su país nos dice: “Yo estudié negocios y español antes de venir a Soria. En negocios me concentré en recursos humanos, mercadotecnia, liderazgo, y negocios internacionales. Decidí acudir a este programa porque llevaba años aprendiendo sobre historia, política, literatura y cine en mis clases de español. Quise ver con mis propios ojos parte de lo que había estudiado, y después de hablar con el director de Caritas, decidí que este sería un buen sitio para mí. En mí trabajo, tenemos un programa de segunda oportunidad para individuos que han pasado tiempo en prisión. Pensé que esto sería una buena oportunidad de trabajar cerca de la gente que quiere reintegrarse a la sociedad. Este trabajo requiere paciencia, empatía y tacto, lo cual siempre uso en mi trabajo de recursos humanos en los Estados Unidos. Después de esta experiencia tendré mi bachillerato completado”.
“Los recursos de Cáritas son impresionantes. Los pisos de alquiler están bien cuidados, y tienen un sentido de casa” comenta Drigo. También me dice, que de todos los programas de que tenemos en Caritas Osma-Soria, lo que más le gustó fue aprender un poco más sobre el proceso de Granito de Tela. “Estoy muy impresionado en como Caritas, indirectamente, está ayudando al medio ambiente pero también a personas que necesitan ropa y un trabajo. Pude ver en persona el almacén donde se recoge y recibe la ropa, la separan para higienizarla y después la etiquetan para la tienda”.
La ciudad le ha encantado. “Soria es una ciudad que me ha gustado muchísimo. Yo vengo de un pueblo pequeño, entonces esto es un poco como estar en casa. Las diferencias es que aquí mucha gente camina, y eso no es común para nosotros en Estados Unidos. Me he acostumbrado, y ahora voy a caminar a muchos lugares porque nada es tan lejos como pensaba antes”.
Le pregunto a Drigo como ha sido esta experiencia para él y no duda al contestarme: “Esta experiencia sobrepasó mis expectativas y se la recomendaría a todo el mundo. Nunca pensé que iba a tener la oportunidad de hablar con individuos de tantos países. La gente se merece una segunda oportunidad. Me encantó poder conectar y ayudar de manera personal. La sensación de hacer algo por otros no se puede encontrar solo leyendo libros en la escuela. Ha valido la pena viajar desde los Estados Unidos a España. Ha sido un acto de equilibrio hacer preguntas apropiadas a estas personas. Se necesita tacto para ser consciente de temas sensibles, al mismo tiempo que se avanza en la conversación. No solo eso, sino que interactuar con presos, inmigrantes, personas con problemas de salud mental, madres que se han enfrentado abuso doméstico, nos hace ver que la gente sufre de diferentes maneras. Este tipo de aprendizaje y conversaciones delicadas no se puede lograr en el aula. Las conversaciones que tuve aquí serán muy queridas y cercanas a mi corazón”.
Y llega el turno de Atticus. Él cursa estudios internacionales, ciencias políticas, español, y francés en la Universidad de Nebraska, en Omaha. “Decidí acceder a este programa para mejorar mis habilidades españolas y lograr un nivel de fluidez más alto. Además, quería estudiar España para aprender un poco más sobre la Unión Europea, las políticas españolas, y la historia de España. La elección de Cáritas para realizar el voluntariado, fue porque la directora de nuestro programa me dijo que la organización había ayudado a muchos ucranianos el año pasado. Esperaba entonces que habría personas de otros países de quienes podríamos aprender mucho sobre su país y cómo es vivir en España”
Al igual que sus otros compañeros está admirado con la entidad: “Me sorprendió la cantidad y calidad de los recursos de Cáritas. He sido voluntario para organizaciones parecidas en mi pueblo, pero todas ellas han sido menos complejas y menos desarrolladas que Cáritas”
Me explica que como voluntarios han tomado café, comido en el piso Maximiliano Kolbe, han ido al río Duero, a Numancia, subido el tren turístico de Soria, … “Me encanta Soria. Pienso mucho en las diferencias entre mi pueblo, Omaha, y Soria. En mi pueblo el transporte público casi no existe, y no se puede caminar por el pueblo porque todo está muy separado. Aquí en Soria tenemos la bendición de poder caminar por toda la ciudad. Además, Soria es bellísima, y cada persona que he conocido me ha tratado bien y con respeto. Mi aspecto favorito de Soria es la comunidad. Mi pueblo es demasiado grande para crear un sentimiento de comunidad que sea igual que el de Soria”
Y para finalizar le pregunto sobre cómo ha sido esta experiencia para él, y me contesta emocionado: “Sin duda me ha sido una gran experiencia. Agradezco la oportunidad de hablar con tantas personas con historias tan diferentes. Agradezco la oportunidad de enfrentar mis propios prejuicios sobre las personas con quien trabajaba en Cáritas. Entre los 16 estudiantes en el programa nosotros teníamos el mejor “service learning” porque estábamos trabajando en Cáritas. Mi tiempo en Cáritas ha sido el más útil en mi desarrollo lingüístico y personal”